La ideología única
Irene Villa, que sufre unas secuelas dramáticas a raíz de un atentado de ETA en Madrid en 1991, se retira de su “lucha pública” (o sea “lucha política”, ¿no?) contra el terrorismo. Dice que se siente “dolida, maltratada y denostada”. Critica que se distinga (¿quién?) a las víctimas por sus ideas políticas y afirma de nuevo que para ella hay sólo un camino. No queda claro si reconoce a los demás el derecho a escoger otros caminos…
Es lo que ella denomina una “única ideología” basada en la tríada de memoria, dignidad y justicia: "El que la hace, la paga, es muy sencillo, no hay más vueltas. Estaban muertos de miedo y ahora se ríen de las víctimas y levantan el brazo. Están felices pensando que han ganado".
El Gobierno socialista, afirma, no escucha a las víctimas. ¿Habla en nombre de todas? ¿Con qué derecho? Se sobreentiende que el anterior gobierno sí que escuchaba a las víctimas (¿a todas?). En el sobreentendido están Aznar, Rajoy, Acebes y cía…Españoles de bien, como gustan de decir.
Remató el acto de retirada de esta activista la representante de la AVT en Asturias: "Es muy triste que, después de treinta años de terrorismo, el Gobierno quiera rendirse".
Una frase apolítica y nada partidista, ¿no? Como las imágenes que nos dejan en la memoria las sucesivas manifestaciones, apartidistas, claro, de la AVT. La que ilustra este artículo, por ejemplo, una extraordinaria muestra de delicadeza.
Curiosas formas, como mínimo, de retirarse y de no hacer política.
Es lo que ella denomina una “única ideología” basada en la tríada de memoria, dignidad y justicia: "El que la hace, la paga, es muy sencillo, no hay más vueltas. Estaban muertos de miedo y ahora se ríen de las víctimas y levantan el brazo. Están felices pensando que han ganado".
El Gobierno socialista, afirma, no escucha a las víctimas. ¿Habla en nombre de todas? ¿Con qué derecho? Se sobreentiende que el anterior gobierno sí que escuchaba a las víctimas (¿a todas?). En el sobreentendido están Aznar, Rajoy, Acebes y cía…Españoles de bien, como gustan de decir.
Remató el acto de retirada de esta activista la representante de la AVT en Asturias: "Es muy triste que, después de treinta años de terrorismo, el Gobierno quiera rendirse".
Una frase apolítica y nada partidista, ¿no? Como las imágenes que nos dejan en la memoria las sucesivas manifestaciones, apartidistas, claro, de la AVT. La que ilustra este artículo, por ejemplo, una extraordinaria muestra de delicadeza.
Curiosas formas, como mínimo, de retirarse y de no hacer política.
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