Fotos sin pie de foto
El fotógrafo iraní Jahangir Razmi dejó en 1979 un mensaje en una botella y la arrojó al mar. Sin firma: era un mensaje anónimo. Tenía miedo de sus propias fotos: las imágenes del fusilamiento de unos kurdos. Eran los primeros tiempos del régimen teocrático de Jomeini. La guerra santa contra el infiel era entonces sólo un chiste en aquel mundo donde la URSS era aún el imperio del mal, los USA coqueteaban con un tal Sadam Hussein y en Afganistán se estaba empezando a cocinar la Yihad. Al año siguiente, 1980, la foto ganó el premio Pulitzer. Tampoco entonces Jahangir Razmi abandonó el anonimato. Aún tenía más miedo. Ahora, veintisiete años después, se ha hecho pública su historia.
Imágenes que no necesitan pie de foto. Un capítulo más de la crónica universal de la infamia, del terror sin fronteras. Tan inhumano y tan humano.
Imágenes que no necesitan pie de foto. Un capítulo más de la crónica universal de la infamia, del terror sin fronteras. Tan inhumano y tan humano.
2 comentarios:
Una gran historia la de Razmi. Las fotos son tremendas, y desgraciadamente, tal y como tú dices, muy humanas, para bien y para mal.
¡Saludos!
Impresionantes, en efecto. Terribles. Ese instante detenido, cuando el cuerpo empieza a doblarse por el impacto de una bala invisible... Esa es la frontera entre la vida y la muerte, fijada en un negativo...
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