Pascua militar: ruido de sables y coronas

Esta noche los Reyes Magos nos han dejado pequeños regalos digitales, que podemos disfrutar sólo con un clic del ratón: interesantes aportaciones técnicas al nuevo periodismo que está naciendo en nuestro país, donde la realidad tiene cada vez menor importancia.

(1) Es noticia no sólo aquello que no sucede, sino incluso aquello que, a criterio del periodista, debería haber sucedido. Ejemplo: "La familia real no ha visitado Barajas", un reproche explícito, donde se mezclan en proporciones variables la información (ciertamente, no han ido de visita), la opinión (esta ausencia es un grave error) y la intención. En la portada no se distingue la información de la opinión, luego sí. Es interesante comprobar cómo se va acentuando la deriva antimonárquica de algunos sectores de la derecha española, en distintos grados y con distintas intenciones… No parece una tendencia anecdótica o trivial… Otras posibilidades: "El Rey no ha cesado aún a Zapatero", "El Rey no ha dado aún la orden a los tanques de avanzar sobre la Moncloa", etcétera.

(2) Es noticia lo que imaginas que podría pasar. Una vieja/nueva técnica que tiene dos variables: la conspirativa y la predictiva. Me explico. Titular: "No se descarta alguna declaración de algún militar sobre la marcha del proceso". Buenísimo. ¿Puede suceder? Por supuesto. ¿Qué tipo de "declaración"? Evidentemente, queda descartada una declaración de obediencia al gobierno como representante del pueblo. Y no se descarta, por supuesto, que "algún militar" le cante las cuarenta al gobierno y se anime a salvar España, aunque sólo verbalmente, para calentar un poco más el ambiente, ¿verdad? La propia noticia es una llamada, una provocación. Si al final sucede, este medio podrá proclamar que ya se adelantó a la realidad. Y si no sucede, no pasa nada, simplemente era algo que no se descartaba, y santas pascuas (militares, por supuesto).

Estas nuevas aportaciones a la innovación en el mundo de la comunicación me traen, de golpe, viejos recuerdos, aquella voz, aquellas palabras: "…la autoridad, militar, por supuesto…" Aquel elefante blanco que nos quedamos esperando en vano un día de febrero de 1981, vuelve de noche a los sueños de algunos. Sorprende y preocupa comprobar que no son pocos los que aún sueñan con elefantes blancos y reyes que cambian la corona por el casco de guerra… Una auténtica y real pesadilla.

1 comentario:

Javier Úbeda Fernández dijo...

Desde luego, el titular se las trae...

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