El PP quiere prohibir la política
El PP quiere que el Congreso prohíba cualquier acuerdo con ETA o Batasuna. Y "para tranquilizar a Navarra" (después de haber hecho todo lo posible para ponerla al borde del ataque de nervios), la prohibición de negociar un nuevo estatus jurídico para Euskadi o Navarra. Esta dosis de diazepán para los navarros es otro tramposo ejercicio político basado en que los ciudadanos desconocen la Constitución y por tanto en general ignoran lo que Manuel Rico apuntaba hace unas semanas en su blog: que Navarra, desde 1978, puede decidir asociarse o no a Euskadi, aunque no hay nada que haga pensar que ésa es su voluntad. Como tampoco es la del Gobierno. Incluso los terroristas y sus socios políticos saben que no tienen nada que hacer: pero quieren hablarlo, ponerlo sobre la mesa, dar un paso simbólico. Paradojas de la vida: éste sería un paso impecablemente constitucional.
La primera de las prohibiciones es mucho más amplia. Tanto que implica sencillamente la prohibición de la política.
Después de tan brillante ejercicio podrán fumarse tranquilamente un puro, brindar con cava (siempre conviene guiñar un ojo a esos catalanes tan desafectos) y desear unas felices navidades a los ciudadanos. A los hombres "de bien", por supuesto. Como decía el general: haga usted como yo, no se meta en política… La prohibición de la política sería otro "bien moral", como la unidad sempiterna de España. Seguro que contaría con la calurosa bendición de los obispos.
¿Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad?
::¿Profeta o mensajero?
Txema Montero anuncia para dentro de 15 días el fin de la tregua y para finales de enero la gran decisión de ETA: ¿vuelve a la violencia o a las mesas de diálogo? El País publicaba este domingo un interesante repaso a las opiniones de diversos expertos en negociaciones. Parece que estamos acumulando ya las lágrimas para llorar el proceso de paz y la oportunidad perdida… Por supuesto, hay quien está poniendo ya el cava a enfriar...
La primera de las prohibiciones es mucho más amplia. Tanto que implica sencillamente la prohibición de la política.
Después de tan brillante ejercicio podrán fumarse tranquilamente un puro, brindar con cava (siempre conviene guiñar un ojo a esos catalanes tan desafectos) y desear unas felices navidades a los ciudadanos. A los hombres "de bien", por supuesto. Como decía el general: haga usted como yo, no se meta en política… La prohibición de la política sería otro "bien moral", como la unidad sempiterna de España. Seguro que contaría con la calurosa bendición de los obispos.
¿Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad?
::¿Profeta o mensajero?
Txema Montero anuncia para dentro de 15 días el fin de la tregua y para finales de enero la gran decisión de ETA: ¿vuelve a la violencia o a las mesas de diálogo? El País publicaba este domingo un interesante repaso a las opiniones de diversos expertos en negociaciones. Parece que estamos acumulando ya las lágrimas para llorar el proceso de paz y la oportunidad perdida… Por supuesto, hay quien está poniendo ya el cava a enfriar...
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