El pequeño presidente

::6-5-2 / 3-1-0
Serán trece consejeros, si no me fallan las cuentas. 6 del PSC, 5 de ERC y 2 de IC. Y cuando Montilla revele sus nombres, con un poco de suerte habrá 3 mujeres del PSC (sobre 6), 1 de ERC (sobre 5) y ninguna de IC. Falta saber aún qué hará el PSC, pero ya que Montilla está disgustado (o sea "emprenyat") por esta cuestión con sus socios, es probable que los socialistas sí apuesten por la paridad en su cuota de consejerías. Empezamos bien: el segundo gobierno de izquierdas en Catalunya en un montón de años, que se ha podido formar por el canto de un duro y las mujeres no llegan a 1/3 parte... La Entesa pierde autoridad moral para predicar la paridad y la igualdad en la sociedad catalana. Aunque las mujeres catalanas (entre ellas, las políticas) casi ni se quejan. Increíble.

::La autoridad presidencial
Montilla no quiere que su gobierno sea el camarote de los Marx y empieza a escenificar la autoridad presidencial. De momento, de manual. Ya veremos cómo funciona el estricto reglamento de la Entesa que regula al milímetro las relaciones entre los tres partidos. No basta con estrecharse las manos y pactar unos principios generales: ha sido imprescindible analizar con lupa cada coma. Un signo de desconfianza, de miedo. Pero si funciona, bienvenido sea. Como dicen los líderes de los diferentes partidos, en un obligado ejercicio de realismo: no habrá una tercera oportunidad. Buena parte de la sociedad catalana contempla con el corazón en un puño el nuevo gobierno, pero también con una pizca de esperanza…

::El presidente va a clase
En un gesto que le honra, Montilla se apunta a clases de catalán. Realizó también una hábil maniobra dialéctica en el debate de investidura, al reconocer un hecho evidente, que no domina el idioma. Pero, ¿por qué no se apuntó mucho antes a clases de catalán? Agradeceremos a los "montillólogos" alguna hipótesis…

::Bono/Ibarra
Hay que reconocer que aparecen, como la guardia civil, cuando hace falta. Actúan como guardianes de las esencias, el papel que ellos mismos se han reservado. Pero por suerte el PSOE es más plural y abierto que esta extraña pareja. Bono, que no se sabe si se ha ido de la política o ya está volviendo, ha aprovechado para quejarse de las amistades peligrosas del PSC. E Ibarra ha reaparecido para cantar las excelencias de un presidente charnego. Fantástico. Líbreme Dios de mis amigos, que de mis enemigos ya me libro yo... El lugar de nacimiento del presidente podía tener su importancia en la campaña, aunque dudo mucho que fuese un factor clave. Ahora Catalunya tiene un presidente catalán que se llama José Montilla. Y punto.

::El pequeño presidente
Montilla no es un genio ni un espíritu illuminado como Pujol o Maragall. Él lo sabe, y eso dice mucho su inteligencia. Tiene la medida exacta de sus virtudes y de sus carencias. Sabe también que el cargo imprime carácter y forja una imagen nueva de cualquier persona. Empieza aceptando implícitamente y con modestia que él es un pequeño presidente, después de tanta grandeza. Tendrá que trabajar mucho, algo que ha hecho toda la vida. Intuyo algunos peligros al poner un acento excesivo en la gestión y el trabajo, un típico vicio municipalista, pero de eso ya en hablaremos con más calma más adelante… Intuyo también que dará la talla y que crecerá en estatura institucional y política. Es probable que acabe siendo un gran presidente.