Horroris causa

Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos… Por suerte, los hay muy listos. Tanto, que son coronados como supremos ejemplos de la inteligencia humana. Aznar, verbigracia. Flamante premio "horroris causa" por la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán, por su decisiva contribución a la destrucción, perdón, en qué estaría yo pensando, a la construcción de la Unión Europea. El faro de Occidente, a falta de la lucecita del Pardo, que tan huérfanos nos dejó, se lució con un vibrante discurso en defensa de los sacrosantos valores judeocristianos en una Europa en crisis… Uf, se empieza por destruir la reserva espiritual de Occidente y se acaba arrasando el Sacro Imperio Europeo…

Permitidme que, boquiabierto ante el laureado prócer y padre de la patria (europea, española y lo que haga falta, que a patriota no le gana nadie), contribuya modestamente desde este blog a la reconquista de una Europa envenenada por el relativismo moral, y que a los infieles les den por ahí. ¡Santiago y cierra Europa!
  • La Europa judeocristiana. La idea de persona y de derechos humanos que caracteriza Europa nace "de la tradición religiosa, filosófica y cultural judeocristiana, es lo que permite la democracia". (Pasamos del "Caudillo por la gracia de Dios" al "Demócrata por la gracia de Dios"… ¿Nos fumamos otro canuto?)
  • Europa será cristiana o no será: "Negar esa herencia cristiana de Europa es uno de los elementos que más contribuye a alimentar la confusión intelectual y moral de nuestro tiempo y que, en consecuencia, más nos debilita". (Humilde y constructiva propuesta: recuperemos urgentemente el verdadero nombre de la Congregación para la Defensa de la Fe, gran aportación católica a la construcción de Europa, sin complejos, refundemos la Santa Inquisición y empecemos ya la reconquista…)
  • Aznar nos alerta ante las tentaciones del relativismo moral. "Son el principal peligro que acecha a Europa". Y remató subrayando que éste es un "afán recurrente en muchas de las autoproclamadas élites intelectuales y académicas de Occidente. Parecen fascinadas por todo lo que sea antioccidental, aunque eso suponga ser condescendiente con terroristas o con dictadores execrables". (Por supuesto, ni Roma ni el emperador norteamericano han sido condescendientes con dictadores, dictaduras, matanzas, exterminios, terroristas...)
  • Tenemos una misión: salvar el mundo. "Fuera de nuestras fronteras el gran reto es la extensión de la libertad y de la democracia. Este es no sólo un deber ético, sino un desafío existencial. Procurar la libertad y la democracia para el mayor número de naciones y personas no es sólo un imperativo moral, también es un interés de primer orden para Europa". (Véase Irak, por ejemplo).
  • Tenemos otra misión: evangelizar el mundo con el capitalismo. "El futuro de Europa sólo se puede basar en la economía de la libertad y de las oportunidades. Mientras debatimos sobre un supuesto modelo social europeo que ha creado millones de parados, el mundo sigue girando. Si queremos generar confianza para crecer, la solución no es el intervencionismo ni el proteccionismo, sea a escala nacional o europea. Europa necesita crecer y crear más empleo. Y el camino para hacerlo de forma sostenida es el de la apertura y la liberalización". (En los Estados Unidos los pobres son cada vez más pobres, las clases medias son cada vez más pobres y los amiguetes de Aznar son cada vez más ricos… por supuesto, un maravilloso modelo a imitar).
  • El amigo americano. Tanta tontería progresista nos ha llevado a olvidar los estrechos lazos de amistad que nos unen con los norteamericanos, y más exactamente con ese gran salvador de Occidente llamado George Bush, enviado por Dios para realizar el plan de Dios en la tierra (y que el diablo nos coja confesados). Dos frases para la historia, que deben formar parte del manual académico de Georgetown: "Europa no debe renegar del concepto de Occidente ni de su proyección atlántica", "El vínculo atlántico preservó la libertad en Europa en el siglo XX" (pero se olvidó de traer libertad y democracia a la España de Franco, ya se sabe que Dios escribe recto con renglones torcidos).
  • Más madera, que es la guerra. Frente a las armas de destrucción masiva que están escondidas en secretos silos por toda la geografía europea, a la espera del momento adecuado para aniquilar la fértil tradición judeocristiana, hay que desempolvar el casco y el uniforme, empuñar la espada y avanzar marcialmente bajo las banderas cristianas hacia el Armagedón final: "Es la oportunidad para lanzar una gran ofensiva a favor del rearme moral de Europa". (Por favor, ¿dónde está el refugio antiatómico más cercano?).

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